Es
común ver marchas en cada primero de Mayo, pero no podemos limitar
el contenido del 1 de Mayo a una conmemoración histórica en donde,
año tras año, recordamos las luchas pasadas que dieron los
trabajadores por sus derechos y por la construcción de una sociedad
distinta a esta. No nos contentamos con repetir rituales, con habitar
lugares comunes, con vivir de un pasado glorioso que hoy se esfumó.
No
asistimos a la marcha del día del trabajador como una procesión, lo
hacemos porque tenemos la convicción de que nuestra clase no ha
desaparecido como los intelectuales del sistema nos han querido hacer
creer, ni tampoco lo ha hecho el sistema que hace de la carencia
nuestra única herencia y del lucro el centro de la sociedad
Hoy
es una tarea histórica el conocer nuestra realidad, si el objetivo
es transformarla, es una tarea de primer orden pensar la política y
organizar la fuerza creativa y transformadora de la familia
trabajadora para aportar a los cambios que el pueblo necesita.
Los
lugares de trabajo en nuestro país ya no podemos limitarlos solo a
las fabricas (si en algún momento esto pudo ser así), más aún
cuando nos referimos a un país como Chile que se inserta en el
mercado mundial como país primario exportador, y donde el alto grado
de consumo es transversal a todas las capas sociales, siendo el
comercio de bienes y servicios un lugar importante en la ocupación
laboral de los trabajadores, sea esta ocupación formal o informal.
Hoy
la configuración del trabajo, da cuenta de mecanismos de dominación
más refinados que ayer. Son una minoría los trabajadores que se
organizan para luchar por un mejor salario y un proyecto distinto de
sociedad. Las demandas se han diversificado, teniendo gran
importancia la lucha por la vivienda, la protección del medio
ambiente, las minorías sexuales, etc. Es decir, los deseos que
buscan satisfacer los trabajadores se han multiplicado, las
identidades se han reconfigurado, existiendo múltiples facetas, no
necesariamente liga su identidad solo a la fabrica. Por tanto, la
apuesta política por organizarnos como clase, debe dar cuenta de las
condiciones multifacéticas que hoy poseen los trabajadores. La
organización debe ser una herramienta por medio de la cual se
satisfagan los deseos que estas nuevas identidades incuban en
nuestras compañeras y compañeros.
La
realidad del sindicalismo en Chile nos demuestra que hoy la
organización de los trabajadores como clase es más difícil que
ayer, que los niveles de sindicalismo son bajos, y que los sindicatos
en su mayoría se limitan a luchar solo por reivindicaciones
salariales y que muchos de ellos poseen dirigencias corruptas. Pero
constatar esta realidad no es lo mismo que señalar que estos como
clase se han esfumado.
Con
ello creemos, que los esfuerzos organizativos no deben limitarse solo
a lo sindical, ni menos que podemos convertir la práctica de los
trabajadores en una mera lucha económica por la “chaucha”.
La
dimensión económica es importante a la hora de plantear la
contradicción existente entre el capital y el trabajo, pero es
insuficiente a la hora de ir delineando una nueva sociedad, ya lo
decía el Che: “el socialismo económico sin la moral comunista no
me interesa”, coincidimos plenamente con esa afirmación.
El
lugar de la subjetividad en las luchas sociales ha demostrado tener
una importancia mayor de la que el marxismo mecanicista le quiso
asignar. La economía de pensamiento hizo generar una caricatura de
la clase obrera ligada a la fabrica, sin dar cuenta de la forma de
inserción de los países de nuestra América en el
mercado mundial.
Hoy, en un nuevo primero de mayo, el desafío no es sostener un proyecto histórico como fetiche, ni recriminar a las conducciones burocratizadas en las organizaciones de trabajadores.
Los
tiempos actuales, que traen pequeñas fisuras en la hegemonía
neoliberal, nos llaman a seguir pensando nuestra realidad para
transformarla, a mirarla con ojos inquietos, con una perspectiva
crítica, con la curiosidad de niños. La tarea sigue siendo la misma
que nuestros muertos nos reclaman a gritos: ni calco ni copia, sino
creación heroica.
Corriente
Praxis
www.corriente-praxis.blogspot.com
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