1 may 2012

Un nuevo primero de mayo ¿como ritual o como creación heroica?


Es común ver marchas en cada primero de Mayo, pero no podemos limitar el contenido del 1 de Mayo a una conmemoración histórica en donde, año tras año, recordamos las luchas pasadas que dieron los trabajadores por sus derechos y por la construcción de una sociedad distinta a esta. No nos contentamos con repetir rituales, con habitar lugares comunes, con vivir de un pasado glorioso que hoy se esfumó.

No asistimos a la marcha del día del trabajador como una procesión, lo hacemos porque tenemos la convicción de que nuestra clase no ha desaparecido como los intelectuales del sistema nos han querido hacer creer, ni tampoco lo ha hecho el sistema que hace de la carencia nuestra única herencia y del lucro el centro de la sociedad

Hoy es una tarea histórica el conocer nuestra realidad, si el objetivo es transformarla, es una tarea de primer orden pensar la política y organizar la fuerza creativa y transformadora de la familia trabajadora para aportar a los cambios que el pueblo necesita.

Los lugares de trabajo en nuestro país ya no podemos limitarlos solo a las fabricas (si en algún momento esto pudo ser así), más aún cuando nos referimos a un país como Chile que se inserta en el mercado mundial como país primario exportador, y donde el alto grado de consumo es transversal a todas las capas sociales, siendo el comercio de bienes y servicios un lugar importante en la ocupación laboral de los trabajadores, sea esta ocupación formal o informal.

Hoy la configuración del trabajo, da cuenta de mecanismos de dominación más refinados que ayer. Son una minoría los trabajadores que se organizan para luchar por un mejor salario y un proyecto distinto de sociedad. Las demandas se han diversificado, teniendo gran importancia la lucha por la vivienda, la protección del medio ambiente, las minorías sexuales, etc. Es decir, los deseos que buscan satisfacer los trabajadores se han multiplicado, las identidades se han reconfigurado, existiendo múltiples facetas, no necesariamente liga su identidad solo a la fabrica. Por tanto, la apuesta política por organizarnos como clase, debe dar cuenta de las condiciones multifacéticas que hoy poseen los trabajadores. La organización debe ser una herramienta por medio de la cual se satisfagan los deseos que estas nuevas identidades incuban en nuestras compañeras y compañeros.

La realidad del sindicalismo en Chile nos demuestra que hoy la organización de los trabajadores como clase es más difícil que ayer, que los niveles de sindicalismo son bajos, y que los sindicatos en su mayoría se limitan a luchar solo por reivindicaciones salariales y que muchos de ellos poseen dirigencias corruptas. Pero constatar esta realidad no es lo mismo que señalar que estos como clase se han esfumado.

Con ello creemos, que los esfuerzos organizativos no deben limitarse solo a lo sindical, ni menos que podemos convertir la práctica de los trabajadores en una mera lucha económica por la “chaucha”.

La dimensión económica es importante a la hora de plantear la contradicción existente entre el capital y el trabajo, pero es insuficiente a la hora de ir delineando una nueva sociedad, ya lo decía el Che: “el socialismo económico sin la moral comunista no me interesa”, coincidimos plenamente con esa afirmación.

El lugar de la subjetividad en las luchas sociales ha demostrado tener una importancia mayor de la que el marxismo mecanicista le quiso asignar. La economía de pensamiento hizo generar una caricatura de la clase obrera ligada a la fabrica, sin dar cuenta de la forma de inserción de los países de nuestra América en el mercado mundial. 


Hoy, en un nuevo primero de mayo, el desafío no es sostener un proyecto histórico como fetiche, ni recriminar a las conducciones burocratizadas en las organizaciones de trabajadores.

Los tiempos actuales, que traen pequeñas fisuras en la hegemonía neoliberal, nos llaman a seguir pensando nuestra realidad para transformarla, a mirarla con ojos inquietos, con una perspectiva crítica, con la curiosidad de niños. La tarea sigue siendo la misma que nuestros muertos nos reclaman a gritos: ni calco ni copia, sino creación heroica.

Corriente Praxis
www.corriente-praxis.blogspot.com

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