Una vez más en nuestro país se ha intentado engañar a la sociedad, en este caso en particular, exponiendo a la opinión pública enormes mentiras con respecto al tema energético. Los medios de comunicación tradicionales, han puesto todo de su parte para hacer creer que al 2020 necesitaremos por lo menos tres o cuatro veces más energía de la que el país requiere actualmente, sin mencionar que son las empresas mineras privadas y las grandes industrias quienes sostienen esta necesidad.
Contrariamente, se juega con la sensibilidad del pueblo manifestando que serán los más pobres quienes se verán expuestos a una carencia energética, mediante racionamientos o el alza en los precios de la electricidad.
Ahora bien, para obtener dicha energía se establece que Chile no puede ser energético-dependiente, sino que debe tener sus propias matrices en este ámbito. Por 20 años la Concertación ha aprobado innumerables proyectos termoeléctricos y en este nuevo gobierno de derecha, vemos que la apuesta por la generación de energías limpias tampoco es tomada en cuenta, pues se argumenta que ningunas de ellas (energía eólica y solar), son sustentables solas por sí mismas, cuando tenemos el desierto con más radiación del mundo y los vientos más fuertes en el sur del país. Muy por el contrario se siguen aprobando proyectos como Hidroaysén que sacrifican en forma indiscriminada el medioambiente y que no son duraderas en el largo plazo. Las razones de fondo de estas iniciativas no tienen más explicación que el tráfico de influencias, en pro del enriquecimiento de grandes transnacionales, donde además participan las familias más poderosas del país.
Ante esta situación declaramos:
1) Nos oponemos tajantemente a proyectos como éstos, que en manos y en beneficio de unos pocos generan un alto impacto ambiental irreversible. Creemos que mientras no exista en nuestro país una política energética sustentable, debidamente planificada y en beneficio de las mayorías, seguiremos al arbitrio de éstos pocos pero poderosos privados que con sus sedes en el gobierno están hipotecando hasta el aire.
2) Demandamos que la producción de energía sea un asunto de Estado, con financiamiento propio y sujeto a estrictas regulaciones que promuevan la generación de energías limpias. Rechazamos abiertamente todo tráfico de influencia dentro de la toma de decisiones de este tipo de asuntos, exigiendo que sea el pueblo quien apruebe o rechace estas iniciativas a través de consultas populares y no simplemente desde autoridades gubernamentales que sabemos por lo demás que están estrechamente ligadas, comercialmente, a Colbún y Endesa.
3) Llamamos abiertamente a la población a rechazar las mentiras de los grandes medios de comunicación, los que con descaro se han empecinado en limpiar la imagen de este nocivo proyecto energético.
4) Por último invitamos a todos a sumarse a la movilización nacional del 21 de mayo, en rechazo a Hidroaysén y todos los atropellos que recibimos a diario de este gobierno empresarial, mentiroso, destructivo y ladrón.
¡¡Basta de regalarles nuestro país y sus recursos a empresas extranjeras que lucran con nuestro patrimonio!!
¡¡Basta de la represión al pueblo cada vez que quiere hacer escuchar su descontento!!
¡¡Basta de mentiras en los medios de comunicación!!
¡¡Por la plena soberanía del pueblo sobre sus asuntos productivos y estratégicos!!
Sembrando Proyecto Popular
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